Tan sólo un trago más.

Sostengo un trago de whisky en mi mano, mientras en el otro sostengo mis esperanzas de tu cariño.

Al oler de cerca el alcohol puedo sentir todo su abanico de aromas, 18 años bien esperados.

Doy el primer sorbo y siento el etanol consumir mi garganta, ahogando en ella todas las palabras que quisiera decirte.

Llega  mi estómago con celeridad, calentando ese nido de mariposas que se alebrestan con tan sólo pensarte.

Entonces el metabolismo empieza:

Invade lentamente mis pulmones con los que suspiro tu compañía.

Invade lentamente mi cerebro con el que te pienso todo el día.

Invade lentamente mi corazón, aquel con que tontamente te quiero.

Lentamente empieza a matarme el whisky, tal como tú lo haces.

Aún en mi lecho de muerte soy feliz, pues aunque tú eres mi toxina favorita, me haces feliz.

Soy adicto a la destrucción, soy adicto al masoquismo.

Soy todo eso que muere por ti, mientras tú eres todo aquello que me mata.

Nocturno Romántico.

Pensando en componer un Nocturno, sin darme cuenta, escribí un poema para ti a tempo andante, interpretado a dolce lento con espressione, iniciando con una ligera cadencia mayor de vista y sonrisas, haciendo una modulación menor hacia una indiferencia para luego crear tensión en mi sonrisa. Luego, con un acorde de paso piano, unir nuestras miradas. Modular la tonalidad nuevamente hacia unas caricias pianissimas para luego poder disfrutar todo acorde de una cadencia de nuestra historia hacia una resolución: la tónica de un nosotros por haber, la supertónica que nos definirá, la mediante que nos unirá, la subdominante que nos atará y desatará, la dominante que nos alumbrará y nos alebrestará, la submediante que nos recordará las cosas ínfimas, la subtónica que nos dirá lo que pudo jamás haber pasado y nos sacará de sosiego, la sensible que nos creará discordia y ruido. Y al terminar nuestra cadencia, hacer una progresión armónica en fortísimo, con un beso mezzopiano al final para darle una resolución armónica a nuestro nocturno, nocturno el cual será todo nuestro opus; opus de nuestro romance.

Embriagarme de ti.

Si me embriago, será con tus mejillas, con tu piel y con tu cabello. Maldita sobriedad, prefiero estar ebrio a tu lado, que no estarlo.
Si me embriago, será con tu sonrisa, con tu mirada y con tus labios. Maldita sobriedad, prefiero estar bajo la sombra del sol y en el desierto que sin tu compañía.
Si me embriago, será de tus caricias, de tu cariño. Será de ti

Te regalo una hoja.

Te regalo una hoja en blanco, no es cualquier hoja, es una hoja especial para historias pero también puede ser usada como cualquier otra, para un poema, una fábula o incluso hacer un barquito; eso dependerá de ti; pero si es una historia, ella hablará de ti y de mí... o al menos eso quiero creer, pues también eso dependerá de ti.

Te regalo un sentimiento, aquel que se pronuncia distinto en cada idioma pero se siente igual sin importar la lengua, hora o clima. Puedes anotar ese sentimiento en esa hoja, puedes escribir cómo es que te sientes cuando te abrazo.

Te dono mis palabras, úsalas como más te plazca; en un poema o en una carta suicida y mata todas tus inseguridades, tal vez quieras escribir una receta para el amor o a lo mejor la letra de tu canción favorita. También eso lo puedes escribir en la hoja.

Te regalo mi cariño, aquel que me hace añorarte cada que te despides de mí, puedes con él pintar tu recámara y pensar en mí o puedes hacerlo bolita y quemarlo porque tienes frío. Puedes dibujar un corazón en esta hoja o puedes hacer un boceto de un vestido.

Te regalo mis besos y mis abrazos; te cedo mis "te quiero" y mis "te extraño"; te dono mis "me gustas" y mis "eres hermosa". Has con ellos lo que más te plazca. Te los regalo sin condiciones y sin letras chiquitas; sin plazos forzosos a 18 meses y sin contratos. Te regalo mis palabras, mis sentimientos, mi cariño.

Te heredo todo esto sin titubear, pero lo más preciado que te regalo es mi tiempo, con él sabrás qué escribir en la hoja especial para historias, dependerá de ti cuál será el destino de esa hoja, qué estará escrito en ella o que no estará.

Yo permaneceré aquí, esperando tu decisión, viendo el universo moverse sin que me afecte, pues todo mi tiempo ya te lo he regalado por anticipado. Estaré aquí, esperando aquella pluma tuya a moverse. Esperaré aquí a que te decidas qué es lo que querrás.

Aguardaré para saber cuál será el destino de esa hoja, saber qué será lo que contendrá, saber cuál fue tu decisión y ser feliz, sea cual sea tu elección. Estaré aquí, a la espera de lo que gustes o que me pidas otra hoja porque cambaste de mentalidad a última hora.

Te regalo esta hoja especial para historias en blanco en donde tú y solamente tú sabrás qué escribir... y si no sabes, puedes pedir mi ayuda para saber qué escribir.